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viernes, 23 de julio de 2010
Irreversible
Puntuación película: ¿?
viernes, 2 de julio de 2010
Lo he intentado, de verdad
Olvidado rey Gudú de Ana María Matute (1996); mi madre me lo regaló con su mejor intención (yo se lo había pedido como regalo de Reyes) y no paso de un par de capítulos.
Adèle and Co. de Dornford Yates (1931); lo compré en inglés en una tienda de segunda mano, creo que me dejé llevar por las anotaciones en finés de su anterior dueño. Se supone que el libro está cargado de lirismo, pero a mi me cuesta encontrárselo cada vez que vuelvo a la carga.
Por el camino de Swann de Marcel Proust (1913); me da rabia no poder avanzar porque me identifico totalmente con esa recuperación de lo vivido, de los recuerdos, a través de los sentidos. Me conmueve cuando lo leo, pero siempre encuentro una excuasa para dejarlo apartado. A ver en vacaciones...
jueves, 1 de julio de 2010
Caché (Escondido), de Michael Haneke (contiene spoilers)
Entiendo que esta película genere sentimientos contradictorios, en parte vaticinados por un trailer engañoso. Del trailer hay que quedarse con el principio, con los planos generales sin movimiento de cámara en los que parece no pasar nada, aparentemente una mostración de la cotidianidad.
Pero de puertas adentro algo está sucediendo, a ritmo pausado, sin prisas, en la vida de un matrimonio. El detonante son unas cintas de video cuyo autor no se identifica mas que a través de macabros dibujos infantiles.
A partir de aquí yo no seguiría leyendo salvo que ya haya visto la peli o no tenga intención de hacerlo en la vida.
¿Por qué?, ¿por qué no nos dice Haneke quién es el emisario?, ¿por qué narices nos cuenta todo esto para al finar guardarse lo mejor?
¿Os habeis fijado en la última escena?, aquella en que, de nuevo, la cámara fija nos informa de la salida de los alumnos de un instituto... pues repasadla.
Una vez que la hayais observado.... habreis detectado a el hijo del suicida y su encuentro con Pierrot. Vaya, ¡ahí está la clave!, ¡por fin!, la prueba de que todo ha sido idea de él.
Pues no. Viendo una entrevista a Haneke cuenta que ninguno de los personajes es el autor de las cintas, que no hay misterio que resolver, que lo importante es el conflicto creado, vamos un Mc-guffin de los de Hitchkock. El director nos hace partícipe de una ruptura de los patrones narrativos clásicos, en los que el autor de la película, ese ente abstracto, fuera de su obra, nos hace, en este caso, un guiño, introduciéndose en su criatura.
Puntuación de la película: 7 de 10
Bataille
Hace un par de años elegí al azar un libro de la biblioteca,Historia del ojo (Histoire de l’oeil , 1928), una edición de los ochenta con tapas verdes postizas con escasos dibujos a tinta, de contenido erótico, que me recordaron al hacer de Egon Shiele. Su autor, George Bataille, me sonaba de oídas, aunque no era capaz de ubicarle en tiempo, espacio y obras. Una vez en el autobús empecé su lectura sin ánimo continuista, sólo para comprobar qué tipo de libro había cogido. Desde la primera página el autor nos hace sonrojar, nos hace partícipe de un mundo pornográfico y surrealista al que el lector trata de poner orden y dotar de significado a términos que cree simbólicos (ojo, huevo, ano, tierra). Plagado de escenas que recuerdan a fantasías eróticas quasi imposibles, Bataille me pareció un discípulo más retorcido que el propio Marqués de Sade.
Y de nuevo apareció Bataille, cobrando más protagonismo el título de su último libro publicado en vida, Lágrimas de Eros (Les Larmes d'Éros , 1961), que el nombre del propio autor, en la exposición Lágrimas de Eros, organizada por el Museo Thyssen-Bornemisza a finales del año pasado. Creo que uno de los aciertos de la misma fue el de entreverar obras de artistas, desde del Renacimiento hasta contemporáneos, agrupándolos en torno a los mitos clásicos grecolatinos y las historias bíblicas. De Jan Wellens de Cock a Cindy Sherman y Bill Viola.